The Kinks
“Esos tres acordes son parte de mi vida.”
– Ray Davies.
Es complicado analizar la trayectoria de The Kinks sin pensar un poco en lo que fueron en sus comienzos y cómo esa imagen los ha definido con el paso de los años. Después de todo, sin importar lo que se diga o lo que se piense, siempre van a ser recordados como la banda que hizo You Really Got Me, influyendo a miles de muchachos en la década de los sesenta para que tomaran una guitarra y rockearan como cualquiera de ellos.
Pero los años han pasado y las carreras de The Kinks y la del líder de la banda, Ray Davies, en solitario han sido un símbolo acerca de cómo se puede progresar, aun teniendo la sombra de un hit que te ha marcado. Y aun así haciendo muchas canciones interesantes.
Ésta es la historia de The Kinks más allá de You Really Got Me y lo que estos ingleses han significado para el mundo del Rock desde su irrupción en la década de los sesenta.
Los comienzos de The Kinks
“Es algo común en estos tiempos, pero cuando era adolescente no me comunicaba. Me quedaría en silencio. Aparecería enfrente de las personas y no hablaría mucho. Eso era cuando tenía trece o catorce años.”
– Ray Davies acerca de su adolescencia.


Como es el caso de muchos grupos de la época, la carrera de Ray Davies y por extensión de The Kinks comenzó a principios de los sesenta. Ray había nacido y crecido en un barrio suburbano del norte de Londres en una familia numerosa, con seis hermanas y un hermano, Dave Davies, quien lo acompañaría en sus aventuras como músico.
Fue en la secundaria en la que formaron su primera banda, un grupo llamado Ray Davies Quartet, demostrando desde el principio el rol protagónico que Ray buscaba instalar en sus proyectos musicales. La banda tuvo un éxito menor en el sentido de que tocaron en varios bailes de su escuela y en algunos bares locales, teniendo como mayor agregado histórico que uno de sus vocalistas fue Rod Stewart.
Eventualmente Ray estudiaría en el Hornsley College of Art, en donde mostraría un interés notorio en varias formas de arte y que lo direccionarían aún más al camino de ser un músico, cosa que iba contra los deseos de sus padres. “Ellos hubieran escogido cualquier otra profesión, excepto lo que hago,” resaltaría Davies muchos años después. “Creo que querían que fuera un pintor. Eso o creo que ser un sacerdote.”
Durante su tiempo en la universidad, Ray tocó en un par de bandas antes de decidir que quería estudiar cine, y esto lo llevó a la Central School of Art and Design, en donde finalmente se decidieron por establecer un nombre definitivo para la banda para ese entonces como Ravens.
Ya era 1964, con un par de años de experiencia en el cinturón, y Davies y sus Ravens habían sido rechazados por múltiples sellos discográficos –algo bastante típico en esa época; incluso los Beatles fueron rechazados- hasta que Shel Talmy, un reconocido productor estadounidense, les aseguró un contrato con Pye Records.
Para esa época la banda ya se había asegurado a un nuevo baterista, Mick Avory, y decidieron convertirse en The Kinks, dando comienzo a la historia oficial de esta banda como la conocemos.
Traviesos, rockeros y atrapantes
“No podríamos haber sido más grandes que los Beatles. Los Beatles eran más grandes que la familia real.”
– Davies acerca de que la prohibición de tocar en Estados Unidos les evitó ser más grandes que los Beatles.
Una táctica que se empleaba por esos años, cuando se tenía a una banda novicia que apenas estaba comenzando, era la de presentar un par de singles para probar la recepción de las personas, que pudieran ganar experiencia en el estudio y en general comenzar a hacerse un nombre; esto probaría ser beneficioso y negativo para The Kinks desde el principio de su carrera con Pye Records.
El primer single y grabación oficial de The Kinks sucedió en 1964 y fue un cover de una canción de Little Richard, llamada Long Tall Sally (canción que los Scorpions harían más famosa con Tokyo Tapes más de una década después), y luego publicaron You Still Want Me unos meses después; a pesar de ser buenas canciones, el público en general no les prestó mucha atención y los de Pye Records estaba contemplando anular el contrato de The Kinks ya que éstos no estaban generando ni dinero ni repercusión.
Uno de los factores que estaba afectando a The Kinks en esas grabaciones era el talante tan pulcro de sus producciones, que hacía que se perdiera esa crudeza que definió al grupo en sus etapas primigenias, lo cual derivó en que los resultados no fueran los mejores.
El siguiente single sería la canción que definiría la carrera de la banda, y que sería, por supuesto, de la autoría de Ray Davies: You Really Got Me.
You Really Got Me
“Mientras más tocábamos, más queríamos hacerlo. Y llegó a un punto en donde lo queríamos hacer todo el tiempo.”
– Davies acerca de sus comienzos.
Un aspecto que separó a The Kinks del resto de sus contemporáneos como los Beatles o los Rolling Stones era el hecho de que la banda de Ray Davies siempre fue caracterizada por una crudeza en su sonido que sonaba más orgánica y más “terrenal” que los grupos mencionados; tenía ese espíritu del “do it yourself” que definiría al Punk muchos años después.
Esto iba en perfecta consonancia con la temática de las letras de The Kinks: si bien es cierto que muchos grupos hablaban de mujeres y de amor, lo solían hacer con un enfoque más romántico e idealista; Ray Davies fue uno de los primeros músicos en la música Rock en imprimirle ese toque sexual y desenfrenado que luego sería profundizado en la década de los setenta y ninguna canción fue más definitiva en los sesenta en ese aspecto que You Really Got Me.
La historia original es que You Really Got Me fue grabada con una producción pulida como los singles anteriores, pero que Davies no estaba a gusto con eso porque sentía que la canción perdía ese toque férreo que le quería imprimir, por lo que pidió una nueva sesión para regrabarla; Pye Records no estuvo a favor de eso porque sentían que estaban perdiendo dinero con The Kinks y al final fue Shel Talmy quien llegó a un acuerdo con ambas partes, prestándole a la banda el estudio independiente IBC.
Al final, el tiempo le dio la razón a Davies y You Really Got Me Se me convirtió en el primer hit de la banda, y uno que los puso en el mapa musical, alcanzando buenas posiciones en los charts ingleses y estadounidenses. Esta canción se convertiría en su mayor clásico y en una influencia notoria para el alza del Hard Rock y el Heavy Metal con sus distorsiones en la guitarra, ritmo acelerado y naturaleza pesada.
Esto creó la plataforma perfecta para que el grupo publicara su primer LP, simplemente llamado Kinks. Si bien el álbum estaba conformado en su mayoría por covers y canciones tradicionales, llegó hasta el cuarto lugar en los charts de Inglaterra gracias al boom que significó You Really Got Me y posicionó a la banda como una de las más fascinantes en la escena moderna del Rock.
The Kinks, la invasión británica
“Me gusta analizar las cosas, de verdad me gusta.”
– Davies acerca de lo que busca con sus canciones a medida que pasaron los años.
El éxito del primer álbum de The Kinks fue complementado con dos singles que lo sucedieron, All Day and All of the Night, Set Me Free y Tired of Waiting for You, confirmándose en el proceso que éste era un grupo que iba con todas las intenciones de hacerse un nombre en la boyante escena británica.
La banda comenzaría una gira con muchos conciertos por Nueva Zelanda, compartiendo escenario con grupos como los Yardbirds de Jimmy Page, pero los problemas internos entre Dave Davies y Avory fueron creciendo exponencialmente hasta el punto en que tuvieron un altercado en Gales, en donde comenzaron a pelear en el escenario y tuvieron que ser separados, terminando el concierto abruptamente.
Esto era una tendencia bastante común en los conciertos de The Kinks y, aunado al contenido sexual más pronunciado en las letras de sus canciones, la Federación Americana de Músicos decidió prohibirles tocar en Estados Unidos mientras estaban a mediados de una gira en ese país; esto tuvo un impacto importante en el progreso del grupo porque el Rock estaba ganando terreno en el país norteamericano y a diferencia de los Beatles y los Rolling Stones no pudieron aprovechar ese boom.
Kinda Kinks fue el segundo trabajo de la banda, marcado por una disconformidad de parte de Ray Davies con la producción, alegando que buscaban replicar el sonido crudo de las grabaciones anteriores y que las canciones de este trabajo se hubieran beneficiado de un enfoque más pulido. A pesar de eso, Kinda Kinks vendió muy bien y fue el comienzo de la progresión de la banda a ser estrellas del género.
Época de triunfo
“Los Beatles están más conscientes de que el Señor Tal y Tal en Northampton va a comprar su álbum y escucharlo mientras está escuchando su té. Creo que siempre han tratado de mantener eso en mente. Yo soy un poco más egoísta.”
– Davies en una entrevista durante los sesenta.
Si bien The Kinks han sido recordados como un grupo de Rock crudo e intenso, vale la pena destacar el hecho de que fue en su tercer álbum, The Kink Kontroversy en 1965, que el grupo comenzó a volverse uno más elaborado y con un sonido más delicado, ejemplificado con el hecho de que agregaron un tecladista, el músico de sesión Nicky Hopkins.
Aquí es cuando Ray Davies comenzó a progresar como músico, agregándole una vena de consciencia social con influencias inglesas mucho más marcadas. Eso se muestra en un single como Sunny Afternoon, que llegó a convertirse en una de las canciones más exitosas de 1966, incluso más que lo que los Beatles fraguaban por esos tiempos.
Detrás de las giras y los éxitos de ventas, Ray Davies estaba comenzando a sufrir ataques nerviosos que terminarían forzándolo a descansar por unos meses, aprovechando este tiempo para pensar en nuevas canciones y en la temática por la que quería llevar a la banda en futuras producciones. Esto se mostraría en el álbum Face to Face, en donde The Kinks mostrarían un componente social y crítico en sus letras que distaban mucho de los tiempos de sus primeras grabaciones.
Waterloo Sunset fue uno de los siguientes singles de la banda, y es considerada por Ray Davies como una de las mejores canciones que ha realizado en toda su carrera.
La banda seguiría progresando en los últimos años de la década de los sesenta, con álbumes como Something Else By The Kinks demostrando esa continua evolución musical y ese deseo de ir cada vez más allá, con Dave Davies logrando un hit mejor con el tema Death of a Clown al ser publicado también como un single solista.
The Kinks, los setenta y la búsqueda de una identidad
“Ojalá pudiera vivir en mi propio mundo como algún artista existencialista. Pero la vida siempre ha intervenido.”
– Davies acerca de su carrera.
Se puede decir que los setenta no trataron muy bien a la mayoría de las bandas que habían disfrutado de mucho éxito en la década anterior y esto ciertamente tuvo ramificaciones en The Kinks, con Ray Davies cada vez más aislado de la escena musical y con trabajos cada vez más experimentales y arriesgados, compaginando con episodios de desgate mental, llevándolo a un punto de quiebre que se mostraría en la banda.
Si bien hubo muchos álbumes que fueron y vinieron, uno de los trabajos que más se pueden resaltar de este periodo de The Kinks fue la ópera Rock llamada Preservation, dividida en dos partes en 1973 y 1974, respectivamente. Ray Davies se había convertido en un crítico social a través de su música y esto iba en conjunto con problemas en su matrimonio, desembocando en una sobredosis con drogas en uno de los conciertos de The Kinks.
No sería hasta la segunda mitad de los setenta que la banda se reinventaría con el álbum Sleepwalker, retornando al éxito comercial que los había esquivado por casi diez años ya. Esto sería complementado e incluso mejorado con su siguiente trabajo, Misfits, que incluía el hit A Rock ‘n’ Roll Fantasy.
A finales de los setenta y principios de los ochenta comenzaría una resurrección del Hard Rock como propuesta musical y muchas bandas, con Van Halen siendo el caso más icónico, harían covers de sus canciones y ganarían mucha repercusión en los Estados Unidos, país cuyas puertas se les habían mantenido cerradas por muchos años.
Los ochentas, pérdida de popularidad y breve resurrección
“Si hubiera ido a América, nunca hubiera hecho ese álbum. Hubiera hecho álbumes de Heavy Metal.”
– Davies acerca de The Village Green Preservation Society.


Un álbum como State of Confusion a principios de los ochenta sirvió para posicionar de manera positiva a The Kinks en la escena rockera norteamericana, mientras que al paralelo Ray Davies comenzaba a ahondar en proyectos de cine como un filme independiente llamado Return to Waterloo, demostrando un interés artístico ajeno a la música.
Los problemas en el seno de la banda entre Avory y Dave Davies volvieron a surgir, complementados con el hecho de que todos sentían que Ray ya no estaba tan enfocada con el grupo, derivando en que hubiera muchas diatribas y diferencias que terminaron sirviendo como un detrimento en la música que estaban produciendo.
El producto final fue Word of Mouth, un álbum que se nota incompleto, con Avory en solo tres temas y el resto complementados por un baterista invitado y con una máquina que programaba las partes de batería; ha sido uno de los esfuerzos musicales más dispares de The Kinks y es una muestra inequívoca de una banda fracturada.
Se podría argumentar que a partir de este momento The Kinks nunca pudieron recuperar la relevancia o el éxito comercial de otrora, manteniéndose en el negocio de manera estoica, pero nunca alcanzando las alturas que habían logrado en otros tiempos y con otros álbumes.
Posteriormente, los siguientes trabajos de The Kinks fueron respetables, pero lejos de lo que se fraguó en los sesenta y a finales de los setenta, teniendo como hito su inducción al Rock and Roll Hall of Fame en 1990, cuando habían cumplido su primer año como grupo elegible para dicha institución, cimentando la importancia del grupo londinense como una de las bandas más influyentes en el género.
La banda finalmente se separaría en 1996, cortando una trayectoria de más de treinta años, derivando en que Ray Davies persiguiera una carrera solista que ha durado hasta nuestros días. El grupo anunciaría un retorno en 2018, incluso con la posibilidad de grabar música nueva y de hacer un par de giras.
The Kinks son un grupo un tanto olvidado en el esquema mundial de la música Rock en comparación a sus compañeros generacionales como los Beatles o los Rolling Stones, pero eso no ha evitado que muchos de sus trabajos sean algunos de los más vanguardistas de su generación y que han logrado perdurar con el paso de las décadas, resistiendo e incluso adaptándose a diferentes escenas musicales.
Ray Davies es el corazón de la banda, y si bien es un corazón golpeado por excesos, enfermedades y problemas personales, siempre ha hecho un énfasis en que su música sea respetada y tenga un cierto grado de valor.
Y por eso hay que respetarlos.