Baladas del Heavy Metal
El Heavy Metal también tiene su espacio para momentos de más tranquilidad y no debería sorprender que haya salido mucha calidad de ello.
Las baladas en el Heavy Metal, a diferencia de lo que tal vez se puede encontrar en el Rock o en cualquier otro género, tienen un enfoque más agresivo y energético, siendo estos atributos algo característico de esta música. Y es por eso que siempre es interesante escuchar lo que diferentes grupos pueden ofrecer en estas tesituras.
A continuación te presentamos las quince grandes baladas del Heavy Metal. Tal vez haya un par más importantes que otras y unas más controversiales que otras al encontrarse en esta lista, pero con gusto esperamos sus opiniones en la sección de comentarios.
¿Comenzamos?


Iron Maiden – Remember Tomorrow
Álbum: Iron Maiden (1980)
Si bien es cierto que Iron Maiden no es un grupo caracterizado por sus baladas, su debut homónimo mostró desde el principio que tampoco negaban de esa vertiente y Remember Tomorrow es un gran ejemplo de lo buenos que pueden ser en ello.
Con letras inspiradas en palabras de consejos del abuelo del vocalista de la banda, Paul Di’Anno, esta canción muestra la fascinación del bajista y líder Steve Harris por la música psicodélica de los setenta mezclada con las cabalgadas que se volverían características del sonido Maiden con el paso de los años. Di’Anno, de marcada connotación Punk en su estilo vocal, hace una actuación notable y de las más sólidas en su dilatada carrera.
Se pueden contar con los dedos de ambas manos todas las baladas de Iron Maiden en casi cuarenta años de carrera, pero Remember Tomorrow es una joya de esa parte de su catálogo.
Testament – Return to Serenity
Álbum: The Ritual (1992)
Siempre va a ser irónico que el mayor hit que una banda tan portentosa que Testament haya podido producir sea una balada que no refleje la naturaleza de su estilo musical. Indiferentemente de eso, Return to Serenity es una gran canción y muestra la faceta más melódica al máximo de su capacidad.
Tal como el título lo intuye, desde los primeros punteos de la canción somos introducidos a un plano de plácida serenidad y Chuck Billy, un vocalista que nunca ha tenido el crédito que se merece en el Thrash Metal, nos da una performance vocal que fluye con naturalidad pasmosa en este tema.
Testament es una gran banda, con su propio legado en el género, y Return to Serenity fue la cima comercial de su carrera.
Rainbow – Temple of the King
Álbum: Ritchie Blackmore’s Rainbow (1975)
Rainbow no solo puede ser considerada como una de las primeras bandas de Metal de la historia, sino también como una de las más influyentes y Temple of the King es un ejemplo de la magia que Ritchie Blackmore y Ronnie James Dio había creado en esos tres inolvidables álbumes de los setenta.
Cuando se tiene a un vocalista como Dio, tienes el beneficio de que su voz puede cargar el peso de la canción, pero Blackmore no se queda con eso y agrega arreglos barrocos y medievales, música que siempre le ha encantado, para hacer un tema atrapante y que puede apaciguar hasta al alma más atormentada.
Rising y Long Live Rock ‘N’ Roll elevarían aún más la colaboración de esta dupla de genios, pero Temple of the King siempre será la balada definitiva de Rainbow.
Rainbow – Temple of the King
Álbum: Taken by Force (1977)
Fue en los ochenta en donde los Scorpions supieron convertirse en uno de los grupos más grandes del planeta, pero fue en los setenta en donde produjeron algunos de sus trabajos más visionarios y vanguardistas, apoyados por ese mago de las seis cuerdas, Uli Jon Roth.
Hay que decirlo sin tapujos: We’ll Burn the Sky es la mejor power ballad que han hecho los Scorpions. Así de simple.
No solo es una de las estructuras musicales más ambiciosas de los alemanes, apuntando a crear una épica musical, sino que también las letras son un deleite; fueron escritas por la novia de Uli Jon Roth, quien hacía un tributo a la pérdida de su pareja que murió: un tal Jimmi Hendrix.
Klaus Meine hace una actuación vocal para la eternidad y la banda está en uno de los puntos más altos de todas sus carreras. Un tema imperdible.
Deep Purple – Mistreated
Álbum: Burn (1974)
A ver, juntas en un estudio de grabación a Ian Paice, Ritchie Blackmore, David Coverdale, Jon Lord y Glenn Hughes… algo bueno debe de salir de eso, ¿no? Si aún lo dudas, Mistreated es la confirmación que necesitas.
El Mark III de Deep Purple produjo varias gemas en los álbumes Burn y Stormbringer, pero ciertamente esta balada al desamor es una de sus más grandes y exitosas creaciones, con un Coverdale imperial en las vocales y un Blackmore que se encontraba en el mejor momento de su carrera, agregando riffs, punteos y melodías de guitarra que son sencillamente exquisitos.
Mistreated ha perdurado con el paso de los años, no solo recibiendo múltiples covers por varias bandas, sino que bandas como Rainbow o Whitesnake, que surgen de miembros de Deep Purple, la han tocado varias veces en vivo.
Pantera – Hollow
Álbum: Vulgar Display of Power (1992)
Tal como Iron Maiden, Pantera no es una banda muy conocida por sus baladas, pero cuando lo hacían, eran soberbios en ese departamento.
Hollow es una de sus canciones más fuertes, con una temática muy sincera acerca de la pérdida de un ser querido –Phil Anselmo, vocalista de la banda, ha escrito varias canciones acerca de eso-, y que demuestra la flexibilidad musical de Pantera, con un Anselmo versátil en las vocales.
La segunda mitad de la canción da rienda suelta al lado más agresivo de la banda, con el fallecido Dimebag Darrell haciendo algunos de los mejores riffs en su carrera.
Dio – The Last in Line
Álbum: The Last in Line (1984)
La carrera solista de Ronnie James Dio en los ochenta fue una de las más prolíficas de la década en el Heavy Metal y pocas canciones muestran todas las virtudes del pequeño gigante como el tema título de The Last in Line.
Esta canción no es solo una demostración de las proezas vocales de Dio y uno de los mayores éxitos comerciales de su carrera con su distópico video musical, sino que también engloba todas las idiosincrasias del vocalista en las letras en este tema, creando uno de los testimonios más grandes de uno de los músicos más importantes y talentosos de todo este género.
Queensrÿche – Silent Lucidity
Álbum: Empire (1990)
Hubo un tiempo, a finales de los ochenta y a principios de los noventa, en los que Queensrÿche fueron uno de los grupos metaleras más en boga de la escena norteamericana, por lo que no es de extrañar que la balada Silent Lucidity haya sido el hit más grande de la banda y de la época en el género.
Una gran balada necesita una gran actuación vocal y Geoff Tate es de esos vocalistas cuya voz puede elevar cualquier canción; aquí se escucha pletórico, recordándonos porque es considerado uno de los vocalistas más talentosos de todo el Heavy Metal.
Silent Lucidity es un tema que generó muchos dividendos para la banda y que también los presentó a personas fuera del Metal, así que se puede decir que tuvo un impacto notorio en la trayectoria de los de Seattle.
Judas Priest – A Touch of Evil
Álbum: Painkiller (1990)
El Painkiller fue el recordatorio de que Judas Priest no era un grupo que se había quedado atrás de las nuevas generaciones y los revitalizó, creando uno de los mejores álbumes de la historia del género. Y entre esa compilación de trallazos y temas memorables, A Touch of Evil era un respiro en un huracán.
Con riffs poderosos de Glenn Tipton y K.K. Downing, Rob Halford da una de esas actuaciones vocales para la época y el estribillo de los más pegajosos que se va a escuchar en la carrera de los británicos.
Fue el single del álbum junto al electrizante tema título y ambos sirvieron como un recordatorio de que Judas Priest habían vuelto al máximo de su capacidad.
Black Sabbath – Children of the Sea
Álbum: Heaven and Hell (1980)
Siempre iban a haber dudas acerca del futuro de Black Sabbath sin Ozzy Osbourne en el micrófono, pero Tony Iommi y sus muchachos tomaron la decisión más adecuada: no tratar de replicar lo que ya habían hecho en el pasado.
Así entra Ronnie James Dio y hacen el icónico Heaven and Hell, con Children of the Sea convirtiéndose en la balada de Black Sabbath.
Las letras son Dio en su estado puro, con una profunda temática apocalíptica, y el trabajo de guitarra de Iommi es sólido, complementando lo que el elfo estaba haciendo, derivando en una de las canciones más memorables de la carrera de los británicos.
Ozzy Osbourne – Momma, I’m Coming Home
Álbum: No More Tears (1991)
Ozzy nunca ha negado sus intenciones de alcanzar un number one hit en los Estados Unidos con su carrera solista y Momma, I’m Coming Home es una de esas canciones que casi lo logran, pero eso no evita que sea uno de los cortes más exitosos del Príncipe de las Tinieblas.
Ésta ha sido una de las canciones más conocidas de Ozzy y es fácil entender por qué: es melódica, pegajosa y tiene un trabajo de guitarra soberbio por parte de Zakk Wylde, uno de los mejores seis cuerdas que el Madman ha tenido en su banda.
Ozzy Osbourne es uno de esos músicos que son conocidos hoy en día más por sus excentricidades que por lo que ha hecho en su carrera, pero Momma, I’m Coming Home es un recordatorio de lo que es capaz cuando se enfoca en hacer música.
Metallica – The Unforgiven
Álbum: Metallica (1991)
El álbum homónimo de Metallica los catapultó a la cima de la escena y convirtió en superestrellas con hits de talla mundial como es The Unforgiven.
Es muy poco probable que puedas vivir tu vida sin haber escuchado este tema de los Jinetes; tanto la canción como su icónico video musical se han convertido en una parte esencial de cualquier lista de esta índole y es uno de los temas más conocidos en este género.
La actuación vocal de James Hetfield es de las mejores de toda su carrera, la producción cristalina de Bob Rock es de las más excepcionales que se han hecho en el género y el solo de Kirk Hammett es uno de esos solos que resuenan hasta el final de los tiempos.
Pantera – Cemetery Gates
Álbum: Cowboys from Hell (1990)
Tal vez la cima creativa de los texanos, Cemetery Gates es una de las canciones más exitosas de la trayectoria de Pantera, pero también una de las más sentidas y especiales, con una estructura poco usual para la banda y con un Phil Anselmo que tiene la mejor actuación vocal de toda su carrera.
A pesar de ser una balada, ésta sigue siendo una canción de Pantera y tiene los riffs, la intensidad y el porte de un tema de este grupo, complementados por unas letras que lidian con la pérdida de alguien que amas, tal como harían con Hollow un álbum después, mostrando una transparencia y sentimiento que rara vez se volvería a escuchar en esta banda con el paso de los años.
Megadeth – A Tout Le Monde
Álbum: Youthanasia (1994)
Dave Mustaine nunca ha tenido miedo de mostrar lo que piensa y lo que siente en sus letras, pero pocas veces esto se ha notado más que en la balada más conocida de Megadeth, A Tout Le Monde.
Inspirada como las últimas palabras que diría para despedirse de sus seres amados antes de morir, A Tout Le Monde es poderosa a la par que solemne en su entrega y en su sentimiento, con un Mustaine que lo da todo en la actuación vocal, aspecto que siempre se ha sabido que no es su fuerte.
La impronta de Marty Friedman y el propio Mustaine en las guitarras es brillante, realzando aún más el componente emocional de la canción; es uno de esos logros en la trayectoria de Megadeth cuando estaba en el tope de sus habilidades.
Metallica – One
Álbum: …And Justice for All (1988)
La canción que puso a Metallica en el marco mediático con uno de los mejores videos musicales de la historia del Metal y que supuso un antes y un después en la carrera de lso Jinetes, incluso dándoles su primera nominación a un Grammy.
One ha sido con el paso de los años la introducción de miles de aficionados a Metallica e incluso a todo el género del Metal, resultando en casi cualquiera conozca las líneas vocales de Hetfield, las melodías o el atormentado video musical, inspirado en la película de los años cincuenta, Johhny Got His Gun.
El solo de guitarra de Kirk Hammet es el mejor de toda su carrera y la segunda mitad es un vendaval de Thrash Metal, demostrando que incluso en sus momentos más tranquilos, los mejores Metallica podían hacer Metal del bueno.
Una canción histórica del género.