Pink Floyd


La historia de Pink Floyd, es increíble como las ideas pueden crecer y transformase tanto, la banda de rock progresivo, Pink Floyd, lo supo bien pues todas sus ideas germinaron hasta alcanzar la luna.
Como todas las grandes historias de las bandas de rock, Pink Floyd tiene una muy particular, y aunque su desenlace nos entristeció a todos sus fans, su música nos queda para toda la vida.
Los rockeros espaciales de Londres crearon una fórmula para hacer rock, y nos contagiaron con su melancolía, profundidad y su manera peculiar de ver la vida.
Ahora, a más de 50 años de que su música underground comenzara a sonar en los clubes de Londres, podemos decir que sus álbumes vivirán por la eternidad.
Inicios de Pink Floyd
En 1965 en Londres, tres jóvenes amigos de la High school, se reunieron para formar una banda: Rick Wright, Roger Waters y Nick Mason, crearon varias bandas antes de Pink Floyd. Como The Tea Set y Sigma 6, donde tocaban composiciones y covers de R&B, sin mucho éxito.
Más tarde Roger invitó a su amigo Syd Barret a unirse a la banda y de inmediato se acoplaron bien, Barret los comenzó a influenciar con su estilo musical atrevido y original.


Llegó Syd Barret y todo cambió
Al poco tiempo a Syd se le ocurrió que se llamaran Pink Floyd, dando inicio así a una de las bandas más emblemáticas de rock de todos los tiempos.
Y aunque Barret no era un gran músico técnicamente hablando, vaya que lo era en cuanto a composiciones originales e ideas extravagantes que a todos gustaban.
Sus primeras apariciones como Pink Floyd fueron en clubes underground de Londres, como el UFO o Middle Earth. Donde la gente se reunía para bailar “su música extraña”, proveniente de chicos misteriosos que no se dejaban ver las caras por el efecto de las luces.
Nuevo estilo musical de Pink Floyd
Ahora eran cuatro jóvenes desinhibidos musicalmente hablando, su estilo se acercaba más al avant-garde que al clásico pop que las bandas contemporáneas estaban haciendo.
Se dieron a conocer por ser radicales en el escenario y eso enloquecía a la gente, aunque ellos realmente no hacían otra cosa que tocar como querían; especialmente Syd, quien se llevaba todo el protagonismo en ese momento.
La EMI los contrató en febrero de 1967 y su primer álbum fue The Piper at the Gates of Dawn, en el verano del amor, donde los Beatles reaparecían y ellos se lanzaban al estrellato.
Pero Syd Barret fue más allá y parecía decidido a quedarse a vivir en el espacio; la salud del músico cada vez se deterioraba más a causa de su consumo excesivo de LSD, así como su capacidad de tocar la misma música que él había compuesto.
No era capaz de tocar lo que le pedían para las grabaciones o los conciertos, lo que causó su salida de la banda años después.
Llegada de David Gilmour a Pink Floyd


Preocupados por el comportamiento errático del genio compositor de la banda, decidieron invitar a un amigo de Barret que ya los había escuchado antes: David Gilmour.
Gilmour y Barret compartían escenario al mismo tiempo, hecho que dificultaba a David desenvolverse con naturalidad en las grabaciones y conciertos.
En ese tiempo See Emiliy Play, uno de sus primeros sencillos llegó a la lista de los primeros 10 lugares, mientras Syd mostraba sus últimos signos de cordura.
Su segundo álbum fue A Saucerful of Secrets, un disco experimental para el que buscaron objetos peculiares con qué hacer música. Set the Controls for the Heart of the Sun, fue el primer gran hit de Roger Waters, incluido en el mismo álbum.
Pink Floyd llega hasta la luna
Un acontecimiento increíble ocurrió el 21 de julio de 1969, cuando Pink Floyd improvisó en vivo en los estudios de la BBC durante la llegada del hombre a la luna.
Su música estaba siendo transmitida en vivo en cadena nacional por la TV mientras Neil Armstrong clavaba la bandera de USA en la luna.
En ese año produjeron su tercer y cuarto álbum que se posicionaron en el noveno lugar: Music From the Film More y Ummagumma. Tiempo después llegó Atom Heart Mother, su quinto álbum que lo llevaría a alcanzar su primer lugar en Reino Unido, un Disco de Platino en USA y Disco de Oro en Reino Unido.
Al respecto de esta obra, Roger Waters dijo, “estaba destinada a ser la banda sonora de una película que nunca existió”.
El ensamble perfecto de Pink Floyd como banda


Su sexto álbum Middle, representó el mejor momento de la banda, cuando todos estaban completamente integrados y felices con lo que hacían. La canción más épica del disco es Echoes de 23 min.
La misma racha siguió para el séptimo álbum Obscured by Clouds, por el que recibieron Discos de Oro en USA y Reino Unido en 1972.
Al año siguiente regresaron a la luna, pero esta vez a su lado oscuro, The Dark Side of the Moon, fue su octavo álbum de estudio y uno de los más recordados. Les valió 15 Discos de Platino en USA y 9 en Reino Unido, poco a poco conquistaron cada vez más al público americano.
1975 fue el año de Wish You Were Here, su noveno disco y con el que homenajearon a Syd Barret, miembro fundador de Pink Floyd que ya no estaba en la banda. Para quien compusieron especialmente Shine On You Crazy Diamond.
Conciertos espectaculares de Pink Floyd
Si bien siempre se habían ocultado tras las luces brillantes y los juegos pirotécnicos, Roger Waters llevó el concepto de espectáculo a otro nivel con los siguientes conciertos de la banda.
En esa década Pink Floyd ya llenaba grandes foros y estadios, sus conciertos eran una locura bien planeada, ofrecían a sus fans un espectáculo integral, no solo musical. Su rock progresivo y melancólico llegaba a más personas a identificarse con ellos y sus conceptos profundos.
Animals su décimo disco en 1977, implicó la última faceta de la banda unida, incluyeron sonidos de animales reales y sonidos extravagantes; es un álbum que transita entre la tristeza y las ganas de hacer el amor.
The Wall anuncia el final
Los siguientes meses la banda atravesó una etapa de crisis para componer, las ideas escasearon y Rogers tomó el mando, el disco The Wall lanzado en 1979 es prácticamente una obra de Roger Waters, hecho que marcó su distanciamiento con el resto de la banda.
El disco ganó 23 Discos de Platino en USA y 2 en Reino Unido, y aunque las ventas iban increíbles, la confianza y amistad de la banda se desmoronaban poco a poco.
Luego de ese álbum Rick anunció su salida de la banda, sin embargo dijo que tocaría con ellos en los conciertos, pero pronto no habría mucho más que hacer.
En 1983 lanzaron su último álbum como cuarteto aunque con gran influencia de Roger, The Final Cut, tocaba los acordes del fin de la banda como la habíamos conocido. Después de la presentación del disco, Roger Waters anunció a su discográfica su partida y que Pink Floyd había muerto.
Pink Floyd no está muerto


Pese a que su último líder: Roger Waters había anunciado su salida, David Gilmour y Nick Mason, se resistían a dejar morir el proyecto que amaban, pero Roger quería quedarse con el nombre de la banda y su enemistad creció aún más.
Finalmente, para 1987 Pink Floyd renació como el ave fénix con A Momentary Lapse of Reason, un álbum de David Gimour principalmente y Nick Mason, el cual fue bien recibido.
Los años siguientes los ocuparon para dar giras y conciertos en múltiples ciudades, donde la gente enloquecía con la presentación del trío Pink Floyd, pues Rick Wright estaba de vuelta en los teclados.
Fue un tiempo difícil para Roger, él mismo señaló en entrevistas que le costaba mucho trabajo ver cómo la banda seguía sin él, tocando en grandes conciertos las canciones que él había escrito.
Tuvieron que pasar siete años para que la banda volviera a sacar un disco, pero esta vez fue un álbum distinto, uno que se podría considerar más maduro, sereno y relajado, lo cual coincide con la época en las vidas de los músicos.
Sin embargo y pese a su evolución, mantuvieron esa línea característica de melancolía, experimentación y profundidad en sus composiciones. El resultado fue: The Division Bell, que vio la luz en 1994 y ganó 4 Discos de Platino en USA y un Disco de Oro en Reino Unido.
Última etapa de Pink Floyd
Mientras el grupo seguía tocando en conciertos y giras sensacionales, Roger Waters presentaba su trabajo en solitario.
En 1995 la banda recibió su único Grammy en la categoría de Mejor interpretación instrumental de rock, por su sencillo Marooned. Ese año también lanzaron su disco P.U.L.S.E, un álbum doble en vivo, recopilatorio.
Al siguiente año Pink Floyd ingresó en el Rock and Roll Hall of Fame, en una ceremonia presentada por Billy Corgan de Smashing Pumpkins. Sin embargo, Roger Waters no asistió a la ceremonia, y en su discurso de aceptación, David Gilmour dijo, “me llevaré dos de éstos (reconocimiento), para nuestros dos compañeros de banda que comenzaron a tocar en diferentes tonos: Roger y Syd”.
Épico concierto de reencuentro de Pink Floyd


Años después, Bob Geldof, el visionario cantante y activista, soñó con reunir a los cuatro músicos de la banda de rock espacial más importante de todos los tiempos.
Después de varias charlas, los cuatro músicos accedieron a tocar 20 minutos juntos nuevamente como Pink Floyd, para el momento clímax del concierto Live 8. El cual, gracias a sus recaudaciones logró que 20 millones de niños pudieran ir a la escuela.
Fueron privilegiados quienes pudieron asistir al último concierto de Pink Floyd el 2 de julio de 2005, en el Live 8, donde interpretaron solo cuatro canciones, pero lo hicieron magistralmente, la magia electrizaba el aire.
Después de eso, y pese a que los integrantes se vieron contentos de tocar una vez más todos juntos, no se llegaron a acuerdos de tocar nuevamente hasta el 2007.
Sin embargo, el 15 de septiembre de 2008, Rick Wright, tecladista y miembro fundador de la banda, murió a causa del cáncer, terminando así como la oportunidad de que la banda se volviera a reunir.
Nos queda su increíble música para tardes de café y cigarrillos, tardes nubladas, noches frías o mañanas relucientes, tú decides.