Lou Reed
“Muy difícil de creer. Es decir, sabes, no es algo en lo que quieras apostar o que quieras planificar. Por otro lado, ahí es donde encajo; sobreviviría creando cosas. Así que en ese sentido yo estaba ahí. Estaba disponible. ¿Acaso alguien se dio cuenta? No. ¿Acaso alguien se interesó en nosotros? No. ¿Entonces quién entra? Ahí tienes. La oportunidad de una vida.”
Lou Reed acerca de estar en el lugar correcto en el momento adecuado
Letras sombrías, canciones con resonancia y una voz que se extiende en nuestras almas como un eco desolador, Lou Reed no apareció en el mundo de la música para ser uno más, sino para dejar algo que te hiciera pensar con asombrosa simplicidad. Y tal vez en eso radica su legado: en decir tanto con tan poco.
Hay trayectorias que han perdurado durante tantos años y tantas décadas que es muy complicado cuantificar lo importantes o influyentes que han sido; eso se debe a que han supuesto una constante por tanto tiempo que se vuelve una tarea mucho más difícil de evaluar.
Si nos enfocamos en el mundo de la música Rock, sabemos que agrupaciones longevas como The Rolling Stones, Deep Purple o Iron Maiden tienen un lugar asegurado en los pasillos gloriosos de este género musical, pero hablar de trayectorias tan extensas puede derivar en perderse elementos esenciales que los convirtieron en lo que son.
Este es el caso de Lou Reed, un músico cuya carrera es legendaria en el panteón rockero, pero que para audiencias más jóvenes es probablemente conocido por esa colaboración infame con Metallica, Lulu. Cosa que es una pena porque estamos hablando de uno de esos músicos con un carisma y una singularidad musical que se plasmó durante muchas décadas. Lou Reed contempló el paso de las décadas, las caídas y alzamientos de gobiernos, los nacimientos y muertes de tantos grandes músicos y artistas, hasta el final de su propia vida en 2013.
Es complicado (y muy tentador, hay que decirlo) hablar de Lou Reed y de lo que fue como músico. ¿Fue solo un cantante con mucho espíritu? ¿Fue un compositor con un sentido agudo de lo que hace una buena canción? ¿Era un medio que expresaba las circunstancias de un cierto contexto social? ¿Era solo un charlatán? Hay tantas posibilidades, pero en realidad tal vez sea todas las preguntas anteriores o tal vez ninguna. Lo que sí se puede decir es que éste es un músico que no deja a nadie indiferente.
La trayectoria de Lou Reed es muchas cosas, pero por encima de todas es una celebración a lo que es la música y lo que puede llegar a ser; una celebración de esta forma de arte que puede traducirse en tantos tipos de bellezas y expresar todo el espectro emocional de una manera sin igual. Ya fuera con Transformers, con Berlin, con New York o con algunos de los trabajos que hizo con su banda seminal, Velvet Underground, Lou Reed siempre se entregó a la música. Siempre se entregó a ser él mismo, con todo lo bueno y lo malo que eso terminó significando.
Antes de Velvet
“De todas maneras, comencé a tocar piano clásico, y desde el minuto que aprendí a tocar empecé a escribir canciones nuevas. Luego pasé a la guitarra e hice lo mismo. Y lo bueno del Rock, además del hecho de que estaba enamorado de él, es que cualquiera puede tocarlo. Y hasta el día de hoy cualquiera puede tocar una canción de Lou Reed. Cualquiera. Son los mismos acordes esenciales solo con diferentes maneras de verlos. No hay nada especial acerca de eso, y solo se vuelve especial cuando no puedo hacerlo. Cuando no puedo hacerlo, estoy muy impresionado por la persona que puede hacerlo y cuando yo puedo hacerlo no significa nada. Pero siempre escribí desde el día que comencé a tocar.”
– Lou Reed acerca de sus comienzos y sus canciones.
Si bien es cierto que la carrera de Lou Reed comenzó a ganar notoriedad e influencia con lo que hizo con Velvet Underground, la realidad es que el neoyorkino ya llevaba cierto tiempo en el negocio antes de encontrar algo de consistencia dentro de su caos particular.
Reed comenzó con una banda en su adolescencia en 1958 llamada The Primitives y si bien no llegaron muy lejos, realizaron una serie de conciertos por su zona en la ciudad estadounidense, pero, como muchos otros músicos que apenas están comenzando, esta banda fue más un proyecto de aficionados que algo que tuviera posibilidades de éxito.
Lou Reed siempre quiso ser un vocalista solista y eso es algo que se denota en su trayectoria puesto que a comienzos de los años 60s trató de hacer un par de canciones y singles reminiscentes a la escena del Rock ‘n’ Roll pre-Beatles que imperaba en Estados Unidos por esos tiempos.
Algo interesante es que Lou Reed siempre fue un músico conocido por su talante iconoclasta e individualista, siempre rechazando las ideas más convencionales de la música, pero sus comienzos, tan complicados y tan poco llenos de éxito, lo muestran en una faceta diferente, en su etapa colaborando con la discográfica Pickwick.
Tal como en los años 50s y 60s se contrataban actores para canales televisivos que les posicionaban en roles de acuerdo al contrato firmado, sin mucho espacio para contrariarlos, Lou Reed firmó un documento similar con Pickwick y contribuyó en múltiples proyectos menores ofreciendo el tipo de música Pop que se puede esperar de una década como los 60s.
“Estaba buscando un trabajo y conseguí uno como compositor de canciones de un staff por un poco de dinero. Y fue una gran experiencia (…). Y fue una gran experiencia porque tienes que grabar esas canciones… escribirlas no es nada, pero es como un entrenamiento,” diría muchos años después en una entrevista.
Tal como expuso Lou Reed, fue un periodo de formación en su carrera, donde comenzaría a escribir y a crear sus primeras canciones paralelamente a lo que hacía para disqueras como Pickwick, derivando de esta manera en algunos temas que muchos años después verían la luz del día, como puede ser el caso de Alas, Your Love y Merry Go Round.
Velvet Underground y la influencia silenciosa
“Ellos fueron… contracultura de una manera genial. No de la misma manera que Haight-Ashbury o Sgt. Pepper, sino de una forma más siniestra, urbana y con muchas raíces neoyorkinas.”
– La revista Rolling Stone
Es interesante analizar la influencia y preponderancia que Velvet Underground ha acumulado con el paso de los años porque es una yuxtaposición fascinante con lo que fueron sus primeros años, en donde la banda no fue particularmente relevante en la escena musical.
El grupo fue formado en 1964 con Lou Reed ocupando el rol de vocalista y guitarrista, complementando la alineación con el multinstrumentista John Cale, el guitarrista Sterling Morrison y el baterista Angus MacLise, quien sería reemplazado el año siguiente con Moe Tucker.
Velvet Underground comenzaría a moverse por las escenas musicales menos concurridas de Nueva York y empezaron a subir escalones cuando consiguieron los servicios de la estrella del Pop, Andy Warhol, como manager. Warhol había mostrado un interés en Velvet Underground tras haberlos tenido como banda de soundtrack en su evento artístico Exploding Plastic Inevitable en 1966.
“Además, él tenía una visión. Estaba motivado y tenía una visión que quería llevar a cabo. Y yo encajé como una mano con un guante. Bingo. ¿Intereses? Los mismos. ¿Visiones? Equivalentes. Era un mundo diferente y él simplemente nos incorporó. Fue increíble,” diría el mismo Reed acerca de Warhol.
Velvet Underground era una agrupación talentosa, cosa que se denota mucho más en retrospectiva, pero en sus primeros años carecían del conocimiento necesario en el aspecto comercial y eso es algo de lo que Warhol se encargó para poder llevarlos a la dirección correcta. Hay que decir que promocionar y manejar un grupo como Velvet Underground nunca iba a ser una tarea sencilla incluso para alguien tan preparado como Warhol debido a que los tiempos simplemente no eran los adecuados para una banda así, convirtiéndose esencialmente en un grupo iconoclasta y contrario al sonido que imperaba por esa década, deudor inconmensurable a lo que estaban haciendo los Beatles o los Rolling Stones.
Hoy en día está más que comprobado que el álbum debut de Velvet Underground en 1967, The Velvet Underground & Nico, realizado con la vocalista y modelo alemana Nico –quien contribuyó con vocales en algunos-, fue un fracaso comercial y fue ignorado o escasamente vilipendiado por las críticas de ese momento por su sonido tan experimental. Naturalmente, el tiempo le daría la razón a Reed y a sus muchachos por su ambición musical y a Warhol por creer en ellos; The Velvet Underground & Nico se ha convertido en uno de los trabajos más influyentes de la música moderna y la revista Rolling Stone lo puso de decimotercer lugar en la lista de los cien mejores álbumes de la historia de la música, cosa que demuestra el nivel de vanguardismo que esta banda demostraba en una escena musical que aún se estaba desarrollando.
Ya en 1968, las cosas cambiaron brutalmente. Andy Warhol dejó de colaborar con la banda debido a que la relación con ellos se había deteriorado de forma muy notoria –aunque el mismo Reed siempre ha sido muy halagador de Warhol y de lo que su trabajo significó para la ellos-, se separaron de Nico y produjeron su segundo trabajo, White Light/White Heat. John Cale siempre ha denotado que este segundo trabajo suponía un contrapeso de toda la belleza y preciosismo que imperaba en su debut. “Era un álbum muy rabioso… el primero tenía algo de gentileza, algo de belleza. El segundo fue conscientemente anti-belleza,” diría el músico de lo que sería su último trabajo antes de separarse del grupo.
Una vez más, el álbum no conseguiría el tipo de éxito que los posicionaría en la palestra principal del mundo de la música. Hoy en día se ha citado como un álbum esencial para comprender las influencias que han constituido el Punk, Rock Alternativo, el Rock experimental y muchas otras variantes musicales que demuestran la versatilidad de Velvet Underground y las contribuciones de Lou Reed en esa época.
Hablar de los álbumes The Velvet Underground y Loaded, los dos últimos álbumes que la banda haría con Lou Reed como miembro y principal compositor, es hablar de dos trabajos que han sido tan influyentes, tan desafiantes y tan singulares en el contexto musical e histórico en el que se fraguaron que es una clara demostración de que la música no tiene un valor histórico, sino uno que se va forjando con el paso de los años, como una suerte de prueba, de resistencia que demuestra quien vale y quien no.
Si bien es cierto que Loaded muestra una naturaleza musical mucho más accesible y reminiscente a lo que se hacía a finales de los 60s y principios de los 70s en la escena Pop estadounidense, vale la pena destacar que el propio Reed siempre ha sostenido y apoyado la noción de que Velvet Underground debía mantenerse en constante desarrollo, abarcando diferentes espectros musicales y asegurándose de alcanzar diferentes aspectos que hicieran de sus trabajos una experiencia singular (hasta el día de hoy algunos debaten si lo lograron o no, pero un servidor está muy seguro de que cumplieron su cometido).
No más Velvet Underground y el comienzo de la soledad
“Estoy escribiendo acerca de cosas reales. Personas reales. Personajes reales. Tienes que creer que lo que escribo es verdad o no le vas a prestar atención.”
– Lou Reed hablando con Spin Magazine en 2010
Aunque Velvet Underground son una agrupación muy influyente e importante para entender escenas como el Punk o el Rock Alternativo, yo soy de los que piensan que Lou Reed no alcanzó su cúspide musical hasta que dejó la banda y tomó vuelo como solista, cosa que tal vez fue su deseo desde un principio, considerando cómo fueron sus primeros años en el mundo de la música.
Lou Reed no estaba viviendo un período de opulencia a principios de los 70s y eso se tradujo en tener que mudarse a casa de sus padres en Long Island mientras procedía a publicar su primer álbum solista, titulado simplemente Lou Reed. El sonido del álbum guardaba muchas similitudes al de Velvet Underground debido al hecho de que muchas canciones habían sido compuestas durante la grabación de Loaded. Si bien es cierto que aquí comenzaría la larga trayectoria en solitario con la que estamos tan familiarizados, el debut de Lou Reed no tuvo la recepción deseada y fue, una vez más, vastamente ignorado por los críticos.
Para muchos músicos que se encontraban en la pobreza, sin mucho éxito del cual presumir y con una vida personal muy inestable, éste hubiera sido el punto de quiebre, pero aquí fue cuando Lou Reed tomó vuelo y sorprendió a todos en 1972: era el momento de Transformers.
Transformers fue el punto en el que conocimos al Lou Reed que entraría en la historia de la música: este álbum era la representación musical en la que se encontraba el neoyorkino y en donde plasmó todas sus percepciones de lo más urbano de su vida, sin temor a hablar de prostitutas, drogas, transexuales, entre muchas otras cosas. Era un trabajo que mostraba el sentido de vanguardismo de Velvet Underground con un toque mucho más personal e introspectivo, digno de lo que un músico solista puede hacer al máximo de su capacidad. Por supuesto, el álbum fue el éxito comercial que todos conocemos y su mayor hit, Walk on the Wild Side, se ha convertido en una de las canciones icónicas de toda la trayectoria de Lou Reed, junto a la famosísima Perfect Day.
Aquí es cuando las amistades más reconocidas de Lou Reed comenzaron a establecerse y a suponer una serie de mitos, anécdotas e historia que hasta el día de hoy se debaten para determinar si han sido verdad o no. Por ejemplo, el álbum tuvo de productor a David Bowie, con quien Reed llegaría a formar una amistad que duraría hasta el día de su muerte en 2013. “Él es muy, muy inteligente y muy, muy talentoso y lo conocí en Nueva York y pensé, este tipo será alguien muy divertido con quien trabajar, realmente podremos traer algo al baile,” diría Reed de Bowie.
De hecho, creo que es fascinante que dos músicos puedan ser tan similares y tan opuestos a la vez; si bien es cierto que ambos buscan marcar una cierta distancia musicalmente hablando, ambos los hacen de maneras diferentes. Ezra Furman, un reconocido músico estadounidense lo dijo muy bien en un artículo que hizo para Salon en 2018, “Donde Bowie quiere crear su propio mundo distópico, Reed quiere iluminar los lugares oscuros del mundo real”. Concuerdo plenamente, y eso es lo que hace el aporte de Bowie en este trabajo tan importante: es una dicotomía musical que es simplemente genial.
El talento de Reed finalmente había alcanzado a las masas y había conseguido, aunque fuera por unos años durante los 70s, el éxito y el status que lo había esquivado durante toda esa década. Tal fue la reacción ante Transformers que Ed McCormack, escritor de Rolling Stone y un escritor de música bastante reconocido, llegó a reconocer a Lou Reed como “uno de los sujetos más valientes que había conocido” en lo que se refiere a su música y a su vida personal.
Berlin un álbum no apto para todos
Y es que cuando enfocamos la mirada al tercer álbum de Reed, tal vez el trabajo más importante y singular de toda su trayectoria, Berlin, no podemos negar la naturaleza inquieta y en un constante estado de cambio en la que se siempre se encontró el neoyorkino: un álbum diferente, oscuro y tal vez demasiado desafiante para lo que se estaba haciendo por esos tiempos resultó en que, una vez más, perdiera el terreno comercial que había ganado… pero no sin dejar una memorable impresión con lo que era una película convertida en música, de acuerdo a sus propias palabras.
“Me senté con Ezrin (el productor); queríamos hacer algo que llamábamos una película para la mente y la idea creció de eso,” dijo Reed acerca de cómo semejante titán musical fue concebido, tomando una simple historia de romance hasta trastornarla a un punto de oscuridad que rara vez se ha visto desde entonces.
Tal vez eran los tiempos, tal vez era la propuesta, pero Berlin no era un álbum para todos y eso fue una constante en la carrera de Reed a partir de ese instante: compaginar momentos de éxitos con otros bajos en donde los álbumes tal vez eran inaccesibles o simplemente no resonaban con el público coetáneo; hay que decir que décadas como los 80s y los 90s, tan diferentes entre sí y que supusieron cambios notorios en la escena musical, naturalmente tuvieron influencias diferentes en el nivel de éxito que Reed cosechó en esos años, incluyendo su breve reunión con Velvet Underground en los 90s. Por encima de todo, él siempre fue él mismo, genuino ante lo que quería ofrecer y un sinónimo de autenticidad, que siempre es bienvenido en el mundo de las artes.