Arctic Monkeys, la escena moderna del Rock

Arctic Monkeys, la escena moderna del Rock

Arctic Monkeys

No es ningún secreto que la escena moderna del Rock ya no es lo que una vez fue, indiferentemente del estilo o el género en el que nos enfoquemos.

El género ha pasado por muchas etapas, evoluciones y progresiones desde su irrupción en el mundo musical en la década de los 50s, pero hoy en día, con el alza del internet, se ha comprobado que tal vez ya no goza con el mismo grado de relevancia que tal vez ostentaron hace unos años y eso es un factor que hace que muchas personas perciban a la música Rock como algo venido a menos.

Habiendo dicho eso, el Rock es un género que siempre ha tenido calidad y siempre han surgido grupos en todas las décadas que han dejado su marca. Los Arctic Monkeys son un buen ejemplo de esto.

La banda inglesa lleva ya más de una década en el negocio, ofreciendo un estilo muy marcado y creando una base de seguidores bastante importante, por lo que no es sorpredente que su historia sea tan conocida e investigada.

Y a continuación haremos un breve repaso por la trayectoria de los Arctic Monkeys y lo que han representado en este siglo para la escena del Rock.

Arctic Monkeys – Snap Out Of It 

Relevancia a través del internet

Tal vez hay muchos usuarios que no están enterados en la actualidad, pero la realidad es que el internet no había comenzado con tanta preponderancia en el campo de la publicidad en el negocio de la música, cosa que se fue desarrollando con el paso del tiempo.

Uno de los aspectos que ha definido a los Arctic Monkeys desde el comienzo de su trayectoria es el hecho de que fueron uno de los primeros grupos en ganar interés mundial a través del internet, y esto se debe principalmente al alza de diferentes plataformas, como puede llegar a ser el caso de YouTube.

De hecho, a principios del milenio, cuando la banda estaba dando sus primeros pasos en Sheffield, Inglaterra, se creó una página de MySpace –antes de que compartir contenido de grupos por internet se volviera algo estándar- en donde se mostraban canciones e imágenes de la banda, pero ésta no fue creada por el grupo, sino por los fans que habían escuchado sus demos y su primer EP, Five Minutes With Arctic Monkeys.

Esto es una faceta que vale la pena resaltar cuando se habla de la historia de los Arctic Monkeys porque fue uno de los aportes más significativos del grupo inglés a la cultura musical moderna: que el internet no es solamente un instrumento negativo para el negocio de la música, sino que también puede llegar a alcanzar a muchas más personas, indiferentemente de los recursos financieros de los que dispongas.

Los comienzos de Arctic Monkeys

La escena inglesa a principios del siglo ciertamente no era lo que una vez fue, con la influencia de grupos como The Blur u Oasis perdiendo predominancia y sin una sucesión clara de cuál sería la dirección musical de una nación que necesitaba refrescarse, musicalmente hablando.

El mundo de la música indie siempre ha sido bienvenido en Inglaterra, cuna de una infinidad de grupos esenciales, por lo que no es de extrañar que un grupo con una personalidad tan peculiar como los Arctic Monkeys dieran sus primeros pasos para revolucionar la escena ahí.

El grupo se formó en Sheffield, siendo la primera alineación convencional de la banda la de Alex Turner (vocales y guitarra), Matt Helders (batería y vocales), Jamie Cook (guitarra) y Andy Nicholson (bajo).

De acuerdo a lo que se dice y se ha investigado, la primera actuación de la banda como los Arctic Monkeys fue en el pub The Grapes en 2003. Alex Turner, líder del grupo, siempre declaró que era un gran fan de los Strokes, así que no es sorprendente que la primera actuación de la banda tuviera varios covers de ese grupo, de los Beatles, de los White Stripes, Jimi Hendrix y dos crudas composiciones originales Ravey Ravey Ravey Club (que solo apareció en demos de la banda) y Curtains Closed, que solo fue tocada en este concierto y nunca grabada.

Uno de los datos interesantes de este concierto es que Alex Turner solamente lo había organizado con la gente del pub para poder impresionar a una chica, así que eso te da una cierta idea del status y planificación de la banda en esa época.

De todas maneras, el grupo prosiguió después de esa noche y empezaron a desarrollar una base de seguidores que se iría propagando a medida que su contenido musical fuera compartido por el internet, así que no es de extrañar que tuvieran mucha más influencia que la banda promedio por esos años ya que la web todavía no se había convertido en la herramienta publicitaria que conocemos hoy en el mundo de la música.

Esto se debió al hecho de que la banda repartiría copias de los CDs de su demo, Beneath the Boardwalk, despues de cada concierto, facilitándole a sus aficionados la oportunidad de propagar su música a través del internet.

Esto ha cimentado el rol de los Arctic Monkeys en la escena musical moderna debido a que su historia es una profundamente asociada a la manera en que la gente actualmente consume música.

Arctic Monkeys, años de debut 

Pasarían tres años antes de que los Arctic Monkeys pudieran dar a conocer su primer álbum oficial; suele haber una confusión acerca de que los primeros demos de la banda fueron sus primeros álbumes de estudio ya que eran entregados con tanta facilidad antes de los conciertos, pero la realidad es que no publicaron ningún álbum oficial hasta el 2006.

Whatever People Say I am, That’s What I’m Not, con su controversial portada con un hombre fumando –incluso se les instó a cambiarla ya que parecía promover el acto de fumar, pero la banda se negó-, es el primer álbum oficial de los Arctic Monkeys y fue el evento que se esperaba que fuera debido a la repercusión que la banda había conseguido a través del internet; un álbum de indie que sonaba fresco, con ideas claras y que mostraba a una banda en muy buena forma, con tres años de conciertos y ensayos encima.

El álbum fue un hit instantáneo, convirtiéndose en el trabajo de estudio que más rápido se vendió en el Reino Unido, con más de 360.000 copias en apenas su primera semana, produciendo algunos temazos que aún perduran en los conciertos de los Arctic Monkeys, como puede llegar a ser el caso de I Bet You Look Good on the Dancefloor o When the Sun Goes Down, tema de Alex Turner que inspiró una película que trata del mismo tema (la prostitución en Sheffield).

El “daño” estaba hecho: los Arctic Monkeys se habían presentado al mundo y lo habían hecho rompiendo records, alcanzando posiciones muy altas en las tablas comerciales y con una calidad pasmosa para un grupo que apenas estaba dando sus primeros años, incluso llegando a tener este trabajo de número treinta en la lista de la revista Rolling Stone acerca de los mejores álbumes debuts de todos los tiempos.

Arctic Monkeys – When The Sun Goes Down

Pesadillas favoritas

En términos futbolísticos (vamos, algo muy inglés), los Arctic Monkeys habían ganado la liga en su primera temporada dirigiendo el equipo, y ahora les tocaba incluso más complicado: demostrar que no había sido casualidad.

Los segundos álbumes son siempre una etapa incómoda para muchos grupos: es una etapa en donde las ideas del debut pueden llegar a desarrollarse de un modo más profesional, pero también se presentan otras inquietudes inherentes al crecimiento de todo músico con el pasar de los años.

En el caso de los Arctic Monkeys se puede decir que su segundo trabajo, Favourite Worst Nightmare, fue un esfuerzo musical mucho más abrasivo, pesado y rápido, mostrando la faceta de la banda que creció escuchando Punk y denotando una flexibilidad musical que a priori no se les intuía.

El álbum fue altamente promocionado incluso antes de que fuera publicado, con muchas canciones siendo tocadas en conciertos y el single Brianstorm siendo publicado antes también. Esto ayudó a generar un mayor grado de anticipación debido a que las canciones tuvieron una recepción positiva, y esto se mostró el día de la publicación, llegando a replicar el éxito de su debut al alcanzar una vez más el primer lugar en los charts del Reino Unido.

Aquí también se presenta a un Alex Turner mucho más maduro como compositor, demostrando los efectos que una gira mundial puede llegar a tener en un músico: su trabajo en las letras de las canciones es mucho más enfocado, con una temática más clara y con una clara indicación de lo que quiere expresar, mostrándose como una figura musical mucho más consolidada en el seno de su banda.

Arctic Monkeys – Brianstorm

Arctic Monkeys llega Humbug

Ya los Arctic Monkeys eran un grupo consolidado en el 2008; sus dos primeros álbumes de estudio les habían permitido el poder alcanzar grandes estratos en el negocio de la música y girar por el mundo, tocando en algunos de los festivales y recintos más importantes e influyentes, por lo que la banda decidió darse un pequeño descanso para recargar las baterías, por así decirlo.

Uno de los efectos más interesantes de esto es que el líder Alex Turner aprovechó el tiempo libre para formar su propio proyecto paralelo, The Shadow Puppets, para practicar un estilo musical que tenían ciertas diferencias a los Arctic Monkeys; esto definiría una cierta demarcación de Turner de lo que había hecho hasta ese punto como compositor y lo impulsaría a tratar cosas diferentes.

Los Arctic Monkeys grabarían un total de veinticuatro canciones una vez que se reunieran a mediados del 2008 y procederían a hacer una pequeña gira en Australia y Nueva Zelanda en la primavera del 2009; aquí tocarían algunas de las canciones que aparecerían en su tercer álbum, Humbug, como son Crying Lightning, Pretty Visitors o Dangerous Animals.

El tercer álbum de la banda vería la luz del día en agosto del 2009, alcanzando el primer lugar una vez más en los charts ingleses y posicionando una vez más a los Arctic Monkeys como una de las agrupaciones más en boga de la actualidad, sin mencionar la capacidad de experimentar con su sonido al agregar una mayor variedad de instrumentos y mostrando un minimalismo mucho más marcado en la manera en la que hacían música, por lo que Humbug guarda un lugar interesante como el primer álbum realmente experimental del grupo.

No se puede entender el resto de la trayectoria de la banda británica sin analizar el estilo de Humbug y el impacto que tuvo en el seno de dicho grupo; ésta fue la etapa en donde los Arctic Monkeys comenzaron a mostrar una sensibilidad musical más precisa y eso contribuyó a que la banda ganara un mayor grado de variedad.

Desde un punto de vista musical, Humbug es el trabajo más importante en el catálogo de los Arctic Monkeys.

Arctic Monkeys – My Propeller

¿Cambiando para bien o para mal?

El cambio es algo que siempre va a generar diferentes tipos de opiniones; eso es algo que es inherente a tener una base de seguidores, como es el caso del mundo del cine, de la literatura y, por supuesto, en la música.

En el caso de los Arctic Monkeys, Humbug fue un trabajo vanguardista y un cambio notorio de lo que habían hecho hasta ese punto, elemento que tuvo una reacción divisoria entre los seguidores: algunos valoraron esta nueva faceta de la agrupación mientras que otros se sintieron traicionados por esta nueva postura musical.

A pesar de eso, el tercer trabajo de la banda tuvo una recepción comercial y crítica en general muy positiva, pero no evitó dejar ciertas inquietudes en el seno de la banda y es por eso que en su cuarto álbum iban a mostrar una tendencia más accesible y con tendencias más Pop, de acuerdo a las palabras del propio Alex Turner.

Es por eso que es un poco complicado analizar su cuarto álbum de estudio, Suck It and See, publicado en el 2011: es un esfuerzo musicalmente diseñado y estructurado para ser más accesible, renegando un poco del terreno abarcado en Humbug, lo cual lo cubre con una cierta nube de restricción que evita que la banda alcance las cuotas de calidad musical que atisbaron en entregas previas.

Dos de los aspectos que definieron el proceso de producción de Suck It and See fueron el tiempo que implementaron en su creación y la metodología aplicada.

El álbum tomó casi todo el 2010 en ser estructurado y escrito, con Alex Turner una vez más tomando el rol protagónico en el proceso de composición, ya totalmente cimentado como la principal figura creativa del grupo.

Al mismo tiempo y tal como se ha establecido con el paso de los años, la banda buscaba un sonido más crudo y menos bombástico que el de Humbug, por lo que grabaron la gran mayoría de las canciones tocando los cuatro en el estudio al mismo tiempo y sin pasar mucho tiempo editando las vocales, lo que contribuyó a un sonido más “transparente” por parte de la banda.

Un dato curioso y que tal vez sirva como una muestra del estado de la banda en términos de distribución creativa, es que una de las canciones del Suck It and See, Piledriver Waltz, estuvo en el EP solista de Alex Turner, Submarine, regrabada con todos los Arctic Monkeys. Esto es una demostración de cómo la impronta de Turner en el seno del grupo era virtualmente absoluta.

El álbum, como todos los de la banda, había tenido un muy buen desempeño comercial, incluso superando el Born This Way de Lady Gaga en los charts, lo que habla del impacto cultural de los Arctic Monkeys. Suck It and See fue generalmente visto de manera positivo, mostrando una faceta más accesible de la banda, pero a criterio personal creo que se denota a un grupo restringido y sin la impronta de innovar que se notó en el Humbug.

Arctic Monkeys – Black Treacle

Consolidación: AM

AM fue una sorpresa para el mundo de la música y una prueba, cada vez más notoria y absoluta, de la capacidad musical de los Arctic Monkeys como una presencial artística que siempre está en un constante proceso de cambio, poseedores de una inquietud musical que los convierte en uno de los grupos indie más flexibles y variados del género.

Suck It and See parecía ser la dirección que tomaría el grupo a partir ahora: una mezcla de Pop, Rock clásico y neo-Punk que puede atraer a una gran variedad de personas. Pero los chicos de Alex Turner no se quedaron en eso y decidieron darle otro giro a la tuerca con AM.

Es en este trabajo donde se le da rienda suelta a las múltiples influencias que hacen vida en los Arctic Monkeys, con grupos tan dispares como Black Sabbath y Dr. Dre siendo referencias claves para el grupo. Fue esta variedad musical la que le otorgó a AM un cierto toque de atemporalidad esencial y vehemente, cimentándolo como el trabajo definitivo del grupo.

Comercial y críticamente fue el mejor recibido de la banda, alcanzando el primer lugar en los charts de diferentes países, convirtiendo a los Arctic Monkeys en un fenómeno mundial y cultural como nunca antes en su dilatada carrera.

AM es un álbum con mucho groove, haciendo mucho énfasis en el ritmo que puede contribuir el bajo y la batería, y con una producción de clase mundial, denotando un mayor esfuerzo por parte de James Ford, el productor de toda la vida del grupo, en que cada sonido cuente para lo que es una obra bastante peculiar.

Si hay un trabajo que servirá y perdurará como el legado de los Arctic Monkeys, éste es sin duda AM.

Arctic Monkeys – Do I Wanna Know?

Tranquilidad

Tal como hemos explicado hasta el momento, el AM marcó un antes y un después en la trayectoria de los Arctic Monkeys, derivando en una portentosa gira mundial que los dejó drenados mentalmente y en 2015 se tomaron un cierto tiempo libre para poder recuperar las energías perdidas tras semejante desgaste en términos de composición, conciertos y promoción.

No sería hasta el 2016 que comenzarían la grabación de su sexto álbum y éste tardaría un cierto tiempo en ser preparado, ya que no vio la luz del día hasta el 2018, bajo el nombre de Tranquility Base Hotel & Casino.

En este punto de sus carreras, los Arctic Monkeys no tienen ninguna necesidad de demostrarle nada a nadie y han sabido establecerse como un grupo con un gran abanico de influencias, distando sobremanera de aquel grupo del pub de Sheffield que solía tocar para impresionar chicas.

Música psicodélica, Jazz, Pop, Glam Rock… éstas y muchas otras influencias han supuesto una señal inequívoca del crecimiento del grupo y, principalmente, de Alex Turner como compositor, trascendiendo más allá de lo que se hubiera esperado de ellos en sus comienzos. Es un esfuerzo experimental e incluso más inaccesible que AM, una clara señal de que los Arctic Monkeys son un ente en perpetuo estado de crecimiento y variación.

Arctic Monkeys – Four Out Of Five 

David Bowie siempre ha sido una influencia notoria en el ideario musical de Turner y esto se demuestra sobremanera en la estructura de este álbum; las canciones en este trabajo muestran una flexibilidad y calidad musical bastante completa, permitiendo satisfacer múltiples criterios a la vez, lo que es una habilidad esencial para cualquier músico que desee este grado de experimentación y Bowie es un gran ejemplo de ello.

En el tema de las letras, lo encuentro el trabajo más fascinante de Turner ya que se trabaje a establecer un concepto a través de ellas: una space opera basada en tener un hotel en la zona de la luna en la que pisó el hombre por primera vez. Ciertamente es un concepto interesante y da lugar para imágenes mentales bastante interesantes, por lo que es un elemento que muestra una madurez marcada y establecida.

Y en conclusión, este trabajo es una gran demostración de lo que los Arctic Monkeys se han convertido: un grupo multifacético, perfectamente capacitado para ofrecer múltiples estilos y vertientes sin ningún tipo de problema.

Se ha dicho por mucho tiempo que la escena del Rock está peligrando, pero la calidad es algo que nunca se pierde y que siempre va a existir mientras haya voluntad para hacer la diferencia con una guitarra.

Alex Turner y sus muchachos lo han demostrado.

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